“Comprar una falsificación ya no es un acto trivial”


Según cifras de la OCDE, la falsificación representa el 2,5% del comercio mundial (imagen de archivo).
La falsificación es una "fuente clave de financiación para el crimen organizado" y afecta a todo, desde lentes de contacto hasta juguetes y piezas de automóviles, advirtió el lunes el Sindicato de Fabricantes Franceses (Unifab), pidiendo una acción coordinada.
La Camorra italiana, las Tríadas chinas, Hezbolá, los cárteles mexicanos e incluso el régimen norcoreano, entre otros, lo utilizan tanto para blanquear dinero como para financiar sus acciones, según un informe de Unifab, asociación para la defensa y promoción de la propiedad intelectual.
"Lo que los consumidores deben entender es que comprar una falsificación ya no es como en los años 80; ya no es un acto trivial", comentó Delphine Sarfati-Sobreira, directora ejecutiva de Unifab y presidenta del Grupo Global Anti-Counterfeiting (GACG). "Hoy en día, comprar una falsificación significa financiar una red criminal; significa condonar todos los actos de barbarie que condenamos", añadió.
Sin embargo, el informe señala que, a diferencia del tráfico de drogas o armas, que están sujetos a severas sanciones, la falsificación opera dentro de un marco legal aún demasiado laxo, lo que deja a los delincuentes un amplio margen de acción. No obstante, los productos falsificados afectan a todos los sectores: textil, cosmética, juguetes, electrónica, alimentación y bebidas alcohólicas, automoción y componentes industriales, etc.
«Más de un tercio de los consumidores (...) creían que el producto era auténtico», señala Delphine Sarfati-Sobreira, citando un estudio del Ifop. Sin embargo, los consumidores «corren muchos riesgos (...) por su salud y seguridad». Productos de higiene que provocan quemaduras, piezas de coche no probadas, relojes con manecillas que reflejan productos radiactivos «porque son los más baratos»: los ejemplos son innumerables, advierte.
"El auge del comercio en línea y las redes sociales ha amplificado esta amenaza", y "la falsificación ahora se beneficia de una promoción desinhibida, orquestada por ciertos influencers", lamenta Unifab. La organización lamenta que "el marco legal tenga dificultades para adaptarse a la rápida expansión del comercio en línea, que la cooperación internacional siga estando demasiado fragmentada y que los consumidores sigan impulsando este mercado".
Unifab exige una respuesta global, coordinada y agresiva, con una estrategia concertada que movilice a todas las partes interesadas: Estados, empresas, autoridades judiciales, plataformas digitales, fuerzas del orden y los propios consumidores. Según cifras de la OCDE citadas por Unifab, la falsificación representa el 2,5 % del comercio mundial.
20 Minutes